viernes, 7 de noviembre de 2008

Via y obra de Jackie Chan Class - Humor

Hoy quiero platicarles la historia de Jackie Chan Class, un joven que se fue por el lado de la perdición y teminó su vida de manera trágica. En el barrio a Jackie lo llamaban "El Chanclas", y expongo su historia para hacer conciencia de las cosas que pueden pasarte si te vas por el mismo camino, (aunque claro, al Chanclas todo le salía mal, por menso, así que si decides hacerte criminal, asegúrate de tener un buen coeficiente intelectual). Comenzaremos su biografía en el momento en que se echa a perder:

Iba el Chanclas por una calle y se pone a platicar con un amigo que camina a su lado. El Chanclas le platicaba:
-Antes, muchas mujeres corrían tras de mí
-¿Deveras?
-Sí pero eso fue antes -contesta el Chanclas-.

Luego se empieza a hacer de noche y el Chanclas le pregunta al otro amigo:
-¿No sabes si hay por aquí algún lugar más oscuro que este?
-No -le contesta su compañero
-Entonces este es el lugar -dice mientras se acerca lo amenaza y lo asalta-. Dame todo tu dinero, -le ordena-.
-Sí, le doy todo lo que quiera -le dice la víctima-, pero deje de picarme con el cuchillo.
-No es un cuchillo, -le contesta Don Ratero,- son una pinzas y te aprieto más fuerte la panza si no me das pronto tu dinero y ese reloj que traes allí de esos de el tiempo solo es un pretexto. Dame también tu tarjeta de crédito.
-Ok, ok, aquí tiene señor. -Le dice, y agrega- En el zapato traigo otros $5000.00.

Don Ratero sorpredido le contesta:
-Y por qué me dice que trae más dinero, yo ya lo iba a dejar ir.
-Para que se compre una pistola, -le contesta-, esas pinzas duelen mucho... A propósito, ¿por qué ya no te siguen las mujeres como antes?
-Es que ya no me dedico a robar bolsos de mujer.

Justo acababa de contar su dinero y se disponía a irse, cuando alcanza a ver a un hombre bien vestido viniendo por el callejón, y sin pensarlo dos veces, se avalanza sobre él y le dice:
-¡Dame todo tu dinero! ¡Esto es un asalto! (por si acaso no se había dado cuenta, jeje)
-Usted no sabe con quién está tratando, -le contesta su nueva víctima-. Yo soy un político muy influyente...
-Conque político, ¿eh? -le dice el Chanclas-. Entonces retiro lo que dije sobre que me diera todo su dinero.
Pero antes de que se alcanzara a recuperar el político, el Chanclas le dice:
-¡Regrésame todo mi dinero!

Unos meses después que lo agarran unos policías, acompañados del primero que asaltó y se lo llevan. Ya en el juicio el se le imputan más crímenes... incluso el Chanclas se ve en la necesidad de devolverle la tarjeta de crédito al primer tipo que asaltó en el callejón. El hombre estaba llorando, pues decía que mientras la tuvo el Chanclas, gastó menos que cuando la tenía su mujer.

Pero bueno, ya en pleno juicio, el abogado de una víctima le dice al Chancas:
-Tú te lo robaste, tengo 10 testigos que te vieron haciéndolo
-Eso no es nada, -contesta el Chanclas-, yo tengo 20 testigos que no me vieron hacerlo.

Y en fin, meten a la cárcel al Chanclas y ya preso se mira cómo irónicamente lo metieron a la cárcel por robar para comer... y el castigo es darle gratis de comer todos los días. Pero el Chanclas, descubre la manera de engañar al guardia (que como en todas las películas es muy despistado) y escapa de la cárcel.

En cuanto el guardia se da cuenta, se va tras él gritando:
-¡Agárrenlo, agárrenlo, que es ratero!
En eso pasan junto a una construcción y los albañiles al ver el alboroto, decien ayudar al guardia y lo persiguen como 20 trabajadores, gritando
-¡Agárrenlo, porque es ratero!
Luego pasan por una escuela y los maestros se unen a la persecución:
-¡Agárrenlo! ¡Agárrenlo, que es ratero!
Y así van pasando por un parque, un plantón de López Obrador, una marcha del orgullo gay, un concierto de Rock y todos seguían al pobre chanclas... hasta de un asilo, salieron los viejitos a corretearlo y todos (que eran cientos de personas) gritaban:
-¡Agárrenlo! ¡Agarrenlo que es ratero!
Luego en su huída, el Chanclas pasa por un puente y se resbala y se cae al precipicio, mientras grita:
-¡Agárrenme que soy ratero!

Y así terminó la vida de Jackie Chanclas... mientras que lo lloraba su mujer, la señora Zoila de Chanclas...

Nos vemos...

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